jueves, 2 de mayo de 2019

El Despiste


Moisés Balbuena

Su primera parada había sido en un lugar muy colorido, era un mercado rural, donde decenas de negocios se ofrecían diversos productos, desde comida, ropas, chucherias, joyas y todo lo que puede venderse en un mercado y  al interés de las personas. Lina estaba encantada con lo que veía y a pesar de querer comprar algunas cosas para ella, no quería hacer uso de sus pocos ahorros sin saber cuánto necesitaría, aunque no tenía idea de su destino.

Se sentía tan confundida y emocionada, que no estimó el tiempo que había pasado, cuando salió del mercado, el vehículo que la transportaba había continuado su camino, se sentía tan mal por su descuido que se echó al piso a llorar, ya que no tenia idea de donde iba y el señor que la había encaminado fue muy cordial y bueno con ella, por lo que no sabía que pasaría ahora con ella, mientras sus lágrimas seguían adornando su pecoso rostro.

Un grupo de amigos que iban saliendo, se percataron de Lina, mientras se miraban y se preguntaban ¿Qué le habría pasado?, es entonces que una de las chicas del grupo -de cinco en total- tomó la iniciativa de acercarse y preguntar la razón de sus lágrimas. Lina escuchó la voz dulce que le preguntaba la razón de su llanto, ella entreabrió los ojos y vio la silueta femenina que describió como un ANGEL, se secó las lágrimas y con voz cortada le contó su desgracia, entonces ese "ANGEL" como ella había descrito, la invitó a viajar con su grupo de amigos, tomando en cuenta que el sol se ocultaba y poco a poco el mercado se iba quedando sin personas...

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